El Epitafio del Arte Mexicano

México es un país diverso en arte y cultura. Una nación con hermosos paisajes naturales, y bella arquitectura resultado de la mezcla de diferentes cosmovisiones a lo largo de los años. Sin embargo, también es un país que pone el arte en segundo plano y lo peor, no permite que avance.

Hay muchos artistas mexicanos, los cuales admiro tanto por su trayectoria, como por su talento. Algunos son viejos conocidos, como Guillermo del Toro o Alfonso Cuarón, pero otros, son joyas escondidas, personas con potenciales increíbles, que se ven en el apuro de abandonar sus sueños por conseguir un trabajo que les dé para comer y ayude a pagar sus cuentas. Ahora, ¿podemos culparlos? No. Al vernos en la situación en la que nos encontramos, es totalmente entendible que veamos esta clase de panorama. Y también es incluso normal, verlos huir hacia otros países con mejores oportunidades de éxito para desempeñar lo que quieren hacer y seguir sus sueños.

Las carreras artísticas siempre han tenido un estigma social. La etiqueta de que, si estudias algo relacionado con ello, tu éxito no está garantizado. Pero ahora es cuando me dirijo a todos aquellos que encontraron su pasión en otras profesiones, ¿Se imaginan una vida sin música? ¿Una vida sin películas ni libros? ¿Una vida sin pinturas en las paredes? El arte mexicano está muriendo y no podemos permitir que esta llama se extinga. Depende de nosotros revivirlo.

Como mencionó María Izquierdo, una de las pintoras mexicanas más talentosas de los últimos años: “Todo está en desorden y la iniciativa puede ser un detonante. Tenemos 50 años egresando bailarines, actores, del INBA y de la UNAM, y no tenemos instrumentos de inteligencia que observen la realidad cultural en relación con la fuerza de trabajo. Calculamos 60 mil actores en el país ¿de qué viven? Otros 60 mil alumnos estudiando arte, se calcula un número similar de músicos, ¿dónde van a trabajar? Es la gran pregunta: ¿Quién va a querer seguir estudiando artes en un mercado de trabajo que se define como trabajo precario? Evidentemente nadie quiere que sus hijos se dediquen a esto porque las probabilidades de frustración profesional son mucho mayores”.

Más allá de que sea algo estéticamente agradable o armónico de ver y/o escuchar, el arte siempre ha sido un método de expresión. A lo largo de los años y de los países, los movimientos artísticos han marcado generaciones, hablando desde algunos más conocidos como el Renacimiento Italiano, hasta más nacionales como El Muralismo. Sin embargo, México siempre se ha caracterizado por marcar una diferencia y mostrar su propia pauta y eso no ha cambiado. Ilustradores mexicanos como Diana Peredo o Jorge Serrano, nos muestran que nuestra esencia sigue aquí. El talento sigue aquí y no se ha ido.

Estamos en una era digital que ha tomado control de las personas que somos y lo que consumimos. Gracias a las redes sociales, más artistas pueden dar a conocer su trabajo, e incluso plataformas de streaming transmiten material mexicano para el mundo, algo contrastante con años anteriores, donde esto no era posible. Series como “La Casa de Las Flores” de Netflix, tuvo un impacto importante en España, acorde con Reporte Índigo. Poco a poco están otorgando becas y el gobierno se encuentra más interesado en esto. Igualmente, hace poco querían quitar el apoyo de FIDECINE, pero gracias a una reunión virtual con integrantes precisamente de esta comunidad artística, desistieron de ello. Las redes sociales nos están proporcionando algo de lo que antes carecíamos. Una voz.

El arte necesita nuestro apoyo, nuestra difusión y nuestro interés. No es necesario comprar una obra de alguien para ayudar, se pueden compartir las obras, interactuar con las publicaciones y lo más importante, creer en estas personas. Si tienes amigos artistas, participa en sus giveaways, recomiéndalos, escucha lo que tienen que decir. Soy una firme creyente de que, si haces algo con pasión, el éxito está garantizado. Quizá las probabilidades no se encuentren precisamente a nuestro favor, pero podemos cambiar esto. Aún no es tarde.

Redacción por:

Samantha Ramos Serrano

@sam.graphicd / @samramss